CULTIVOS ASOCIADOS Y ROTACIONES – LA TIERRA RECOBRA SUS ELEMENTOS
Hay dos técnicas de siembra que los promotores en agroecología practican muy acertadamente, una es la que ellos llaman sembrar en asociación, es decir combinando varios cultivos en la misma chacra. Otra es la rotación de cultivos, que consiste en cambiar cada año los cultivos en la misma chacra.
Estas son dos costumbres valiosas que no se deben dejar de lado en ningún trabajo de desarrollo agrícola, pero si deben ser mejoradas y corregidas en algunos aspectos para que tengan mejores rendimientos.
Como se hace
Se debe intensificar la combinación entre especies de cereales y leguminosas; es decir, el trigo, el maíz, la cebada o la avena se pueden cultivar al lado de habas, frijoles o arvejas. En cuanto a las rotaciones, la idea es que los cambios de cultivo deberían hacerse con el propósito de devolver al suelo las materias orgánicas extraídas, sugerimos aquí una forma de rotación con la siguiente secuencia:
Primer año: | Maíz o cereales asociados con habas o arvejas. |
Segundo año: | Papas |
Tercer año: | Trébol con avena forrajera (abono verde) |
Cuarto año: | Maíz, trigo o avena con vicia sativa. |
Quinto año: | Papas |
Sexto año: | Trébol, avena forrajera (abono verde) |
Séptimo año: | Tubérculos |
(Así sucesivamente) |
Ventajas :
De esas asociaciones radica en que las especies leguminosas favorecen el rendimiento de los cereales de dos maneras:
- Primero, introducen el nitrógeno del aire hacia el suelo enriqueciéndolo.
- Segundo, impiden la proliferación de insectos, porque provocan la competencia y la eliminación entre ellos mismos.
Una buena combinación puede ser también la del maíz con zapallos por los mismos efectos que tienen estos últimos
En cuanto a las rotaciones la tierra recobra sus elementos minerales y sustancias nutritivas favoreciendo así el equilibrio de fertilidad.