I. INTRODUCCIÓN
1. La agricultura orgánica es sólo todavía una pequeña rama de la actividad económica, pero está adquiriendo creciente importancia en el sector agrícola de algunos países, independientemente de su estadio de desarrollo. Por ejemplo, en varios países desarrollados la agricultura orgánica ha llegado a representar una parte significativa del sistema alimentario (el 10 por ciento en Austria, el 7,8 por ciento en Suiza)1 y en muchos otros se están registrando tasas de crecimiento anual superiores al 20 por ciento (por ejemplo, Estados Unidos, Francia, Japón, Singapur)2. Algunos países en desarrollo tienen pequeños mercados orgánicos internos (por ejemplo, Egipto) y unos cuantos han empezado a aprovechar las lucrativas oportunidades de exportación que ofrece la agricultura orgánica (por ejemplo, exportaciones de café de México, de algodón de Uganda).
2. Aunque se prevé que sólo un pequeño porcentaje de agricultores llegarán a ser productores orgánicos, la demanda de consumo de alimentos y fibras producidos orgánicamente brinda nuevas oportunidades de mercado a los agricultores y a as actividades empresariales en todo el mundo. También plantea nuevos desafíos a la FAO. Durante muchos años, el sector privado ha creado por si solo, y con gran éxito, conceptos y mercados para los productos orgánicos. Sin embargo, el repentino aumento del interés de los consumidores ha suscitado un nuevo interés en el sector público, y los países en desarrollo tienen especial necesidad de una buena información. Los países miembros están solicitando asistencia de la FAO para tratar de determinar las posibilidades de esos mercados en determinadas zonas. Los gobiernos necesitan conocer la posible contribución de la agricultura orgánica a la sostenibilidad con el fin de orientar las actividades de investigación y extensión. Los países solicitan también la asistencia de la FAO para descifrar la multitud de normas que los diversos comerciantes esperan que se sigan; el creciente comercio internacional de productos orgánicos ha situado a la FAO en la vanguardia de los intentos para conseguir una mayor armonización de las normas orgánicas.
3. El Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación reconoció la importancia de “las tecnologías de insumo, las técnicas agrícolas y otros métodos sostenibles apropiados, como la agricultura orgánica, para contribuir a que las operaciones agrícolas sean rentables, con objeto de reducir la degradación del medio ambiente, creando al mismo tiempo recursos financieros dentro de la actividad agrícola”. En el presente documento se examinan las oportunidades y limitaciones de la agricultura orgánica y las políticas públicas que influyen en la adopción de prácticas relacionadas con ella. En el documento se propone un programa coherente e intersectorial de la FAO en materia de agricultura orgánica con cuatro funciones precisas, todas ellas destinadas a permitir a los países miembros realizar una elección con conocimiento de causa sobre la gestión orgánica. Se pide al COAG que respalde el propósito de la FAO de elaborar un programa coherente de esa índole.
II. DEFINICIÓN DE LA AGRICULTURA ORGÁNICA
4. Una etiqueta orgánica indica al consumidor que para producir un producto se han utilizado ciertos métodos de producción. En otras palabras, el término “orgánico” denota un proceso, y no un producto. Una manzana producida mediante prácticas autorizadas para la producción orgánica puede muy bien ser idéntica a una manzana producida con arreglo a otros sistemas de gestión agrícola.
5. Varios países y una multitud de organizaciones de certificación privadas han definido la agricultura orgánica. Con anterioridad, las diferencias entre esas definiciones eran importantes, pero la exigencia de coherencia planteada por los comerciantes internacionales ha dado lugar a una gran uniformidad. La Federación Internacional de los Movimientos de Agricultura Biológica (IFOAM), organización no gubernamental que crea redes y promueve la agricultura orgánica a nivel internacional, ha establecido unas directrices para la producción y elaboración orgánicas que se han adoptado de manera generalizada.
6. En fecha más reciente, el Comité del Codex sobre Etiquetado de los Alimentos ha debatido un “Proyecto de directrices para la producción, elaboración, etiquetado y comercialización de alimentos producidos orgánicamente”; se prevé que la Comisión del Codex Alimentarius adoptará una definición única para la agricultura orgánica en su próxima reunión de junio de 1999. De acuerdo con la definición propuesta del Codex, “la agricultura orgánica es un sistema global de gestión de la producción que fomenta y realza la salud de los agroecosistemas, inclusive la diversidad biológica, los ciclos biológicos y la actividad biológica del suelo. Hace hincapié en la utilización de prácticas de gestión, con preferencia a la utilización de insumos no agrícolas, teniendo en cuenta que las condiciones regionales requieren sistemas adaptados localmente. Esto se consigue aplicando, siempre que es posible, métodos agronómicos, biológicos y mecánicos, en contraposición a la utilización de materiales sintéticos, para desempeñar cualquier función específica dentro del sistema”.
7. La agricultura orgánica es uno de los varios enfoques de la agricultura sostenible y muchas de las técnicas utilizadas (por ejemplo, los cultivos intercalados, la rotación de cultivos, la doble excavación, el acolchado, la integración entre cultivos y ganado) se practican en el marco de diversos sistemas agrícolas. Lo que distingue a la agricultura orgánica, reglamentada en virtud de diferentes leyes y programas de certificación, es que: (1) están prohibidos casi todos los insumos sintéticos3 y (2) es obligatoria la rotación de cultivos para “fortalecer el suelo”4. Las reglas básicas de la producción orgánica son que están permitidos los insumos naturales5 y prohibidos los insumos sintéticos. Pero hay excepciones en ambos casos. Están prohibidos ciertos insumos naturales que los diversos programas de certificación han determinado que son nocivos para la salud humana o el medio ambiente (por ejemplo, el arsénico). Asimismo, está permitidos ciertos insumos sintéticos que se consideran esenciales y compatibles con los principios de la agricultura orgánica (por ejemplo, las feromonas de los insectos). Todos los programas de certificación elaboran listas de insumos sintéticos autorizados y de insumos naturales prohibidos, y en el Codex se está negociando una lista de ese tipo. Muchos programas de certificación exigen otras medidas de protección del medio ambiente, además de esos dos requisitos. Aunque muchos agricultores del mundo en desarrollo no utilizan insumos sintéticos, este hecho por sí solo no es suficiente para clasificar como orgánicas sus operaciones.
III. OPORTUNIDADES Y LIMITACIONES
A. MERCADOS
8. La demanda de productos orgánicos ha creado nuevas oportunidades de exportación para el mundo en desarrollo. Aunque algunos consumidores manifiestan una preferencia por los alimentos orgánicos de producción local, la demanda de una variedad de alimentos durante todo el año hace que para cualquier país sea imposible obtener la totalidad de los alimentos orgánicos dentro de sus fronteras. Como resultado de ello, muchos países en desarrollo han comenzado a exportar con éxito productos orgánicos (por ejemplo, frutas tropicales a la industria europea de los alimentos infantiles, hierbas de Zimbabwe a Sudáfrica; seis países de Africa exportan algodón a la Comunidad Europea). Habitualmente las exportaciones orgánicas se venden a unos sobreprecios impresionantes, que son a menudo un 20 por ciento superiores a los de productos idénticos producidos en granjas no orgánicas. Sin embargo, la rentabilidad final de las granjas orgánicas es variable y se han realizado pocos estudios para evaluar las posibilidades de obtener esos sobreprecios del mercado a largo plazo. No obstante, cuando las circunstancias son adecuadas, la rentabilidad de la agricultura orgánica en el mercado puede contribuir a la seguridad alimentaria local al aumentar los ingresos familiares.
9. Sin embargo, no es fácil introducirse en este mercado lucrativo. A los agricultores se les niega el acceso a los mercados orgánicos de los países desarrollados hasta dos o tres años después de haber iniciado la gestión orgánica , ya que esos países no certificarán como orgánicos las tierras y el ganado antes de que transcurra ese tiempo, argumentando que es necesario para la depuración de los residuos químicos. Sin embargo, de conformidad con el proyecto de directrices del Codex, los productos que se obtienen en una tierra sometida a una gestión orgánica durante un año como mínimo, pero sin legar a los dos o tres años de la norma, pueden venderse como “productos orgánicos en transición”, aunque todavía existen pocos mercados para productos de esa índole.
10. En casi todos los casos, los agricultores y las empresas dedicadas a actividades poscosecha que tratan de vender sus productos en países desarrollados deben contratar a una empresa de certificación para que realice inspecciones anuales y confirme que esas explotaciones y empresas se ajustan a las normas orgánicas establecidas por los diversos interlocutores comerciales. El costo de este servicio puede ser caro, aunque varía en función del tamaño de la granja, el volumen de la producción y la eficiencia de la organización de certificación (por ejemplo, una certificación de la IFOAM cuesta como máximo el 5 por ciento del valor de las ventas, pero se reduce al 2 por ciento de este valor cuando existen organizaciones locales de certificación). Pocos países en desarrollo cuentan con organizaciones de certificación dentro de sus fronteras, y aun cuando los agricultores disponen de recursos suficientes para pagar la certificación carecen a menudo de la información necesaria para encontrar inspectores dignos de crédito.
11. Aunque casi todos los comerciantes de países en desarrollo se han orientado hacia los mercados de exportación al mundo desarrollado, cabe la posibilidad de aprovechar las oportunidades que ofrecen los mercados internos de alimentos orgánicos o ecológicos. En China, por ejemplo, existe un mercado en aumento para los “alimentos verdes” que, de acuerdo con las normas de clasificación del gobierno, se producen sin aplicar ciertos plaguicidas y fertilizantes y con métodos biológicos. Los agricultores chinos producen también alimentos orgánicos para la exportación (por ejemplo, té a los Países Bajos, soja al Japón).
12. Ya se pretenda vender los productos orgánicos en el mercado interno o en el extranjero, es difícil obtener información fidedigna sobre el mercado. No existen prácticamente datos sobre la producción recogidos sistemáticamente o encuestas de mercado que permitan evaluar la tasa y las modalidades de crecimiento del mercado orgánico. En particular, no se han realizado proyecciones sobre el mercado en el mundo en desarrollo, ni se han determinado de manera sistemática los mercados para las exportaciones de los países en desarrollo. Tampoco se han emprendido estimaciones de la disposición del público a pagar un sobreprecio, los efectos de las actitudes y los gustos regionales y la incidencia de los fraudes en el mercado.
B. PRODUCTIVIDAD DE LAS GRANJAS
13. Los agricultores sufrirán probablemente cierta pérdida de rendimiento cuando conviertan sus operaciones a la producción orgánica. Hay un período de tiempo entre la renuncia a los insumos sintéticos y el restablecimiento de una actividad biológica suficiente en la tierra (por ejemplo, la proliferación de poblaciones de insectos beneficiosos, la fijación de nitrógeno de las leguminosas),durante el cual suele haber problemas de contención de plagas y de fertilidad. Sin embargo, el grado de pérdida de rendimiento es variable y depende de factores como por ejemplo las características biológicas de la granja, los conocimientos técnicos del agricultor y el grado en que se utilizaban insumos sintéticos en el sistema de gestión anterior. Cuando la fertilidad del suelo es baja y los procesos biológicos han sufrido una profunda alteración, puede que transcurran años antes de que el ecosistema se restablezca hasta un punto en que sea posible la producción orgánica. En tales casos puede que sean más indicados como solución inicial otros métodos sostenibles que admiten un uso prudente de sustancias químicas sintéticas. Una de las estrategias para sobrevivir al difícil período de transición consiste en introducir la producción orgánica en la granja por partes, de manera que no peligre toda la operación.
14. Casi todos los estudios llegan a la conclusión de que la agricultura orgánica requiere una aportación de mano de obra considerablemente mayor que las granjas convencionales. Esto es especialmente aplicable a las zonas de bajo potencial ecológico. Sin embargo, cuando la mano de obra no es una limitación, la agricultura orgánica puede beneficiar a los trabajadores desempleados de las comunidades rurales. Además, es posible que la diversificación de los cultivos que suele observarse en las granjas orgánicas, con sus diversos calendarios de plantación y recolección, distribuya de manera más equitativa la demanda de mano de obra, lo que podría contribuir a la estabilización del empleo. El régimen de tenencia de la tierra es también decisivo para la adopción de la agricultura orgánica. Es muy poco probable que unos agricultores arrendatarios inviertan la mano de obra necesaria y subsistan al difícil período de conversión si no tienen cierta garantía de acceso a la tierra en los años posteriores en que podrán obtenerse los beneficios de la producción orgánica.
15. Es necesario que las rotaciones destinadas a fortalecer el suelo se conciban desde un punto de vista tanto económico como técnico, determinando los usos para todos los productos agrícolas y pecuarios. Como en todos los sistemas agrícolas, la diversidad de la producción aumenta las oportunidades de obtener ingresos y, por ejemplo en el caso de las frutas, puede aportar a la alimentación familiar minerales y vitaminas esenciales para proteger la salud. También distribuye el riesgo de pérdidas entre una gran variedad de cultivos. Es posible que, incluso en las granjas en que el rendimiento de los cultivos orgánicos es inferior al que se obtiene en sistemas que utilizan un elevado volumen de insumos, el rendimiento económico general de la explotación sea competitivo, dado que los sistemas orgánicos se benefician de los sobreprecios del mercado y en algunos casos de unos costos más bajos de los insumos.
16. Los conocimientos adquiridos por los agricultores orgánicos en su búsqueda de estrategias de producción específicas para cada lugar pueden ser muy útiles para los agricultores no orgánicos interesados en ampliar sus posibilidades de gestión. Sin embargo, los agricultores orgánicos siguen enfrentándose con enormes incertidumbres. La falta de información es un obstáculo para la conversión a la agricultora orgánica (por ejemplo, las encuestas indican que el 63 por ciento de los agricultores del África subsahariana y el 73 por ciento de los agricultores orgánicos de América del Norte (Estados Unidos y Canadá) citan la falta de conocimientos como el principal obstáculo a la adopción). El personal de extensión rara vez recibe una capacitación adecuada en métodos orgánicos y los estudios han demostrado que en ocasiones disuade a los agricultores de que los adopten. Además, el apoyo institucional es escaso en los países en desarrollo. En muchos de ellos no existen instituciones profesionales con capacidad para prestar asistencia a los agricultores a lo largo de los procesos de producción, posproducción y comercialización. Aunque se dispone de resultados válidos de investigaciones que podrían divulgarse inmediatamente a los agricultores, es mucho lo que queda por hacer. En 1990, la FAO patrocinó una conferencia en la que se determinaron las necesidades de la investigación orgánica (por ejemplo, economía de las granjas sin ganado, zootecnia, ciclo del nitrógeno); sin embargo, muchos de esos desafíos no se han afrontado todavía.
C. EFECTOS SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y SOSTENIBILIDAD
17. El objetivo explícito de la agricultura orgánica es contribuir al aumento de la sostenibilidad. No obstante, la agricultura orgánica puede tener efectos negativos y no es el único método para asegurar un sistema de cultivo sostenible. En los sistemas orgánicos de cultivo pueden observarse técnicas de protección y conservación del suelo y el agua que se utilizan en la agricultura sostenible para luchar contra la erosión, la compactación, la salinización y otras formas de degradación. El uso de la rotación de los cultivos, el abono orgánico y el acolchado mejoran la estructura del suelo y estimulan la proliferación de una vigorosa población de microorganismos. Los cultivos mixtos y de relevo aseguran una cobertura más continua del suelo y por consiguiente un período más breve en que el suelo queda totalmente expuesto a la fuerza erosiva de la lluvia, el viento y el sol. En las situaciones apropiadas se recurre al abancalamiento para conservar la humedad y el suelo y en las zonas de regadío se presta especial atención a la ordenación del agua en las granjas. Una agricultura orgánica debidamente gestionada reduce o elimina la contaminación del agua y permite conservar el agua y el suelo en las granjas (aunque un uso inapropiado del estiércol puede contaminar gravemente el agua). Unos pocos países desarrollados obligan a los agricultores a aplicar técnicas orgánicas, o les subvencionan para que las utilicen, como solución a los problemas de contaminación del agua (por ejemplo Alemania, Francia).
18. Los agricultores orgánicos se valen de métodos naturales de lucha contra las plagas (por ejemplo, lucha biológica, plantas con propiedades útiles para la lucha contra las plagas) y no de plaguicidas sintéticos que, como es sabido, cuando no se utilizan correctamente, causan la muerte de organismos beneficiosos (por ejemplo, parásitos naturales de plagas, abejas, lombrices), provocan resistencia a las plagas y con frecuencia contaminan el agua y la tierra. La reducción del uso de plaguicidas sintéticos tóxicos, que según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) envenenan cada año a tres millones de personas, debería traducirse en una mejora de la salud de las familias agrícolas.
19. Los agricultores orgánicos pretenden hacer el máximo uso posible de la fertilidad reciclable de los residuos agrícolas (paja, rastrojos y otras partes no comestibles) ya sea directamente en forma de abono compuesto y capa vegetal para acolchado o a través del ganado en forma de estiércol. La eliminación del uso de fertilizantes nitrogenados sintéticos reduce enormemente el riesgo de contaminación del agua con nitrógeno. La rotación de cultivos es un método ampliamente utilizado para mantener la fertilidad y combatir plagas y enfermedades, que se emplea en la agricultura tanto en pequeña como en gran escala y en los países tanto desarrollados como en desarrollo, especialmente en caso de intensificación. Las leguminosas forrajeras que, como es bien sabido, aumentan la fertilidad, se cultivan en amplias zonas del Asia subtropical y en regiones semiáridas con el doble propósito de alimentar al ganado y añadir nitrógeno al ciclo de fertilización en las granjas. Las leguminosas de grano permiten obtener también una cosecha razonable sin fertilizantes nitrogenados. Los cultivos de leguminosas empleados en las rotaciones aportan diversas cantidades de nitrógeno al sistema agrícola global mediante la fijación biológica; pueden emplearse también otras plantas que fijan el nitrógeno, como por ejemplo Azolla.
20. La fijación biológica del nitrógeno es una técnica eficaz, pero requiere a menudo la adición al suelo de cierta cantidad de minerales, en especial fósforo. Casi todos los programas de certificación limitan el uso de fertilizantes minerales al necesario para complementar el abono orgánico producido en la granja. Pueden utilizarse fertilizantes naturales y orgánicos procedente de fuera de la granja (por ejemplo, fosfato mineral, potasa, guano, algas, subproductos de matadero, piedra caliza molida, cenizas de madera). Aunque casi todos los programas de certificación prohiben la utilización de fango cloacal y de excrementos, en algunos lugares se utilizan todavía. Sin embargo, cabe la posibilidad de que el fango contenga numerosos contaminantes, entre ellos metales pesados, que pueden tener efectos perjudiciales y acumulativos sobre el suelo, mientras que los excrementos contienen patógenos humanos y deben ser objeto de un cuidadoso proceso de compostaje antes de su utilización.
21. La rotación de los cultivo propicia la diversidad de los cultivos alimenticios, los forrajes y las plantas insuficientemente utilizadas lo que, además de mejorar la producción global y la fertilidad de las granjas puede contribuir también a la conservación de recursos fitogenéticos en ellas. La integración de la ganadería en el sistema hace que aumenten los ingresos gracias a la carne, los huevos y los productos lácteos, así como a la fuerza de tracción animal. La arboricultura y la silvicultura integradas en el sistema agrícola proporcionan sombra y abrigo contra el viento, al tiempo que suministran alimentos, ingresos, combustible y madera. Diversos sistemas de agricultura orgánica integran también la agricultura y la acuicultura. Los objetivos económicos no son la única motivación de los agricultores orgánicos; su propósito es a menudo lograr una interacción óptima entre la tierra, los animales y las plantas, conservar los nutrientes naturales y los flujos de energía y potenciar la diversidad biológica, todo lo cual contribuye al objetivo global de la agricultura sostenible de conservar los recursos naturales y los ecosistemas para las generaciones futuras.
IV. CONSIDERACIONES DE POLÍTICA
A. COLABORACIÓN ENTRE LOS SECTORES PÚBLICO Y PRIVADO
22. Los beneficios ambientales y económicos de la agricultura orgánica han atraído el interés de varios países; sin embargo, sólo un pequeño número de ellos han promulgado políticas para ayudar al sector orgánico. La mayor parte de la asistencia ha provenido del sector privado, y en especial de ONG. Los países no sólo reconocen esta infraestructura del sector privado, sino que también la estimulan.
23. Los agricultores y consumidores de casi todos los países se valen de un sistema de organizaciones privadas de productores autónomos y de certificadores independientes que, en el curso de los años, han proporcionado un mecanismo de certificación eficiente desde el punto de vista económico. El hecho de que la IFOAM tenga unos 650 miembros, entre particulares e instituciones, en más de 100 países, el 75 por ciento de ellos en países en desarrollo, indica hasta qué punto son importantes las organizaciones privadas. Sin embargo, es necesario ampliar la red de certificadores privados; como se señaló anteriormente, muchos países en desarrollo carecen todavía de organizaciones de certificación.
24. Tanto los programas orgánicos como el proyecto de directrices del Codex mantienen listas variables de insumos, coadyuvantes de elaboración e ingredientes autorizados para la producción orgánica. Los países, en consulta con las organizaciones de la sociedad civil, pueden proponer al Codex sus propias listas de insumos, y probablemente se entablarán negociaciones sobre lo que es admisible en definitiva en el mercado internacional. Muchos países en desarrollo no han redactado todavía listas de materiales y por lo general carecen de los recursos y la capacitación necesarios para participar de modo efectivo en los procesos de fijación de normas internacionales.
25. La participación en el comercio internacional requiere un volumen de bienes que excede con mucho de la capacidad de producción de los pequeños agricultores orgánicos. Algunas ONG han apoyado los esfuerzos de los agricultores encaminados a establecer organizaciones adecuadas para recolectar, elaborar y comercializar productos orgánicos. Los países podrían ayudar a las ONG a crear organizaciones que desempeñan una función decisiva en la difusión de prácticas idóneas y en la utilización por los agricultores de técnicas apropiadas de producción y posproducción.
B. APOYO TÉCNICO
26. Los países desarrollados del Norte son con mucho los que más han invertido en la investigación sobre la agricultura orgánica, pero aun así la contribución es mínima en comparación con la investigación agrícola en general (por ejemplo, menos del 0,01 por ciento del presupuesto de investigación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos se destina a la agricultura orgánica). La falta de una investigación oficial en gran escala sobre la agricultura orgánica, unida al hecho de que ésta es sumamente específica para cada lugar, parece indicar que sería más conveniente que los propios agricultores participaran en una investigación aplicada y adaptada a las condiciones locales. La experiencia de la FAO en materia de proyectos sobre lucha integrada contra las plagas (LIP), escuelas de campo para agricultores y actividades forestales comunitarias ha demostrado que los agricultores, tanto grandes como pequeños, ya sean propietarios o arrendatarios, pueden aplicar métodos científicos acertados si se les proporciona orientación y apoyo técnico. Los países podrían emprender también investigaciones sobre el mercado. Estados Unidos, por ejemplo, ha analizado el mercado de productos orgánicos en más de 20 países, centrándose en las oportunidades para las exportaciones estadounidenses.
27. El proyecto de directrices del Codex, como la mayoría de las normas nacionales y privadas sobre la agricultura orgánica, excluyen los organismos obtenidos por ingeniería genética (OIG), incluidos los cultivos transgénicos, en la producción orgánica. Al ofrecer a los consumidores unos productos alternativos, distintos de los OIG, la agricultura orgánica se ha asegurado un importante mercado al tiempo que ha aliviado gran parte de la presión en favor de la prohibición total de los alimentos producidos mediante OIG. Si bien se han rechazado las aplicaciones actuales de la biotecnología para la producción orgánica, es posible que en el futuro los adelantos científicos y ulteriores debates lleguen a producir tecnologías aceptables para los consumidores (por ejemplo, el valor de los cultivos de tejidos en la producción de material de plantación libre de enfermedades).
C. ASISTENCIA DIRECTA
28. El interés por la protección del medio ambiente y la conservación de las pequeñas explotaciones familiares ha llevado a los países europeos desarrollados a subvencionar en diversos grados la producción orgánica. Las subvenciones pueden constituir un importante estímulo (por ejemplo, el Reino Unido concede hasta 450 £ por hectárea durante el período de conversión en determinadas zonas; las subvenciones de la Comunidad Europea han ayudado al 15 por ciento de los agricultores orgánicos irlandeses a desarrollar actividades en el sector lechero). Habría que informar a las comunidades interesadas sobre los aspectos relacionados con la organización, así como sobre la adquisición de los insumos necesarios y la comercialización de los eventuales excedentes (por ejemplo, semillas y material de plantación de variedades adaptadas, animales reproductores adecuados).
29. La confianza de los consumidores en la veracidad de las declaraciones orgánicas es fundamental si se quiere vender los productos obteniendo un sobreprecio. Dado que los productos orgánicos no pueden distinguirse de los convencionales, los consumidores dependen totalmente de los certificadores para discernir entre los productos orgánicos y no orgánicos. Los países podrían asegurar en mayor medida el cumplimiento de la normas orgánicas castigando a quienes cometen acciones fraudulentas y persiguiendo y calibrando sistemáticamente el fraude y sus efectos sobre el mercado.
V. ACTIVIDADES EN CURSO DE LA FAO
30. La FAO ha emprendido diversas actividades específicamente relacionadas con la agricultura orgánica, casi todas las cuales se encuentran en los primeros estadios de desarrollo. En una búsqueda bibliográfica realizada por la Biblioteca de la FAO se estableció la existencia de 49 informes de la FAO sobre agricultura orgánica. La Oficina Regional de la FAO para Europa ha apoyado reuniones de investigadores que se ocupan de la agricultura orgánica. En 1990 patrocinó una conferencia sobre la agricultura biológica en Europa, y más recientemente organizó en 1997 una mesa redonda que creó un grupo de trabajo sobre metodologías de investigación en la agricultura orgánica, en el marco del Sistema europeo de redes cooperativas de investigación agrícola (ESCORENA). La Oficina Regional para Asia y el Pacífico ha coordinado una Red de fertilizantes biológicos y orgánicos que durante más de un decenio ha publicado boletines anuales sobre el reciclado orgánico en la región. La Dirección de Fomento de Tierras y Aguas de la FAO ha preparado un programa informático para facilitar la recopilación de datos sobre la utilización de nutrientes orgánicos. El Comité del Codex sobre Etiquetado de los Alimentos está examinando actualmente un proyecto de directrices para la producción, elaboración, comercialización y etiquetado de alimentos producidos orgánicamente. El Servicio de Agroindustrias y Gestión Poscosecha está elaborando perspectivas y directrices para la manipulación poscosecha de frutas, hortalizas, hierbas aromáticas y especias orgánicas en los países en desarrollo.
31. En 1997 se estableció una red interna de correo electrónico sobre agricultura orgánica para facilitar el intercambio y la evaluación de información y la formulación de conceptos comunes entre el personal de la FAO. Dentro del Servicio del Medio Ambiente y los Recursos Naturales se designó un coordinador de las cuestiones relacionadas con la agricultura orgánica. Una vez que hubo establecido relaciones oficiales con la FAO en 1997, la IFOAM celebró en marzo de 1998 una reunión con expertos de todos los departamentos técnicos de la FAO para determinar posibles esferas de colaboración.
VI. FUNCIONES FUTURAS DE LA FAO EN LA AGRICULTURA ORGÁNICA
32. Será necesario que la FAO despliegue nuevos esfuerzos para responder a las frecuentes peticiones de información y asistencia sobre la agricultura orgánica que recibe de los países miembros. La FAO podría colaborar de manera eficaz con las instituciones existentes (por ejemplo, programas/asociaciones orgánicos nacionales, la IFOAM y otras ONG y centros nacionales e internacionales de investigación agrícola) en diversos ámbitos, suponiendo que se garanticen recursos suficientes. Entre las principales funciones propuestas se incluyen las siguientes:
A. CONSTITUCIÓN DE UN FORO
33. Como parte de su Programa Ordinario, la FAO podría constituir un foro para que los países miembros llegaran a un acuerdo sobre las normas para la producción orgánica, el etiquetado y otras cuestiones relacionadas con el mercado. Parte de esta labor seguiría realizándose en el Comité del Codex sobre Etiquetado de los Alimentos, pero la FAO podría además convocar grupos de expertos para afrontar cuestiones incipientes como por ejemplo la rotación de cultivos para fortalecer el suelo, los problemas de los patógenos asociados con la utilización de estiércol y la elaboración de códigos sobre manipulación poscosecha. Esos grupos de trabajo podrían formular recomendaciones al Comité del Codex sobre Etiquetado de los Alimentos o a cualquier mecanismo análogo al Codex que constituya un foro de debate internacional. Los Comités Regionales del Codex podrían seguir examinando normas orgánicas y listas de insumos de carácter regional que tengan en cuenta tanto las necesidades de la producción local como las exigencias del mercado internacional.
B. ANÁLISIS Y ASESORAMIENTO EN MATERIA DE POLÍTICAS
34. Para comprender plenamente la magnitud y las posibilidades del sector orgánico es necesaria una información básica. La FAO podría pedir a los países datos sobre producción y comercio orgánicos por medio del cuestionario que envía habitualmente cada año. También podría elaborar normas y sistemas de clasificación apropiados para la recopilación de datos por los países y las organizaciones privadas. Asimismo podría actuar como centro de coordinación de las investigaciones sobre el mercado reuniendo y distribuyendo la información generada por las diversas entidades. Podría mantenerse una lista de los centros y los expertos que participan en la investigación y la comercialización y fomentarse el establecimiento de redes en los países en desarrollo. La recopilación de datos forma parte de las funciones del Programa Ordinario de la FAO, pero requeriría fondos destinados a ese fin. Para llevar a cabo estudios bien definidos por países, debería asegurarse una combinación apropiada de fondos ordinarios y extrapresupuestarios. Por ejemplo, podrían utilizarse recursos del Programa de Cooperación Técnica. Una vez que se hubieran recogido y analizado los datos, la FAO podría asesorar sobre el modo de establecer las prioridades de la producción local en función de la demanda del mercado orgánico.
C. FACILITACIÓN DEL INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN SOBRE INVESTIGACIÓN Y EXTENSIÓN
35. La agricultura orgánica tiende a plantear interesantes cuestiones de investigación que tienen repercusiones para el fomento de los sistemas sostenibles de producción que utilizan o no métodos orgánicos. La FAO podría facilitar la comunicación a los investigadores de esas cuestiones, de manera que pudieran estudiarse en centros internacionales de investigación como por ejemplo el Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (GCIAI) y los Sistemas Nacionales de Investigación Agrícola (SNIA). La colaboración en materia de investigación podría intensificarse por medio de redes y foros habituales que respondieran a las necesidades de conocimientos especializados intersectoriales y multidisciplinarios de la agricultura orgánica. La FAO podría contribuir también a la preparación de planes de estudio adecuados para la enseñanza superior y programas apropiados de extensión y comunicación. Si bien algunas de esas oportunidades de colaboración guardarían relación con las funciones del Programa Ordinario de la FAO, incluidas la Secretaría del Comité Asesor Técnico (CAT) del CGIAI y la Secretaría de los SNIA, otras requerirían recursos extrapresupuestarios.
D. ASISTENCIA TÉCNICA
36. Mediante la colaboración en actividades piloto con programas nacionales, la FAO podría facilitar una mejor integración de la información sobre la agricultura orgánica , los SINP y la LIP para poner todas esas técnicas a disposición de los agricultores. La aplicación del modelo de la “escuela de campo para agricultores” en lugares en que la situación del mercado sugiere que la agricultura orgánica sería rentable constituye una de las mayores oportunidades para una intervención eficaz de la FAO. Las escuelas de campo para agricultores patrocinadas por la FAO podrían evaluar, a nivel local, las contribuciones de la producción orgánica a la seguridad alimentaria mediante ensayos sobre el terreno con fines de adaptación. El carácter extremamente local de la producción orgánica hace que sean necesarios conocimientos técnicos centrados en la comunidad y capacidad de organización. La FAO podría promover también el fomento de organizaciones locales de certificación en los países en desarrollo, lo que permitiría prescindir de la costosa práctica de contratar expertos externos para certificar las operaciones orgánicas. Todas estas actividades piloto requerirían la identificación y movilización de recursos extrapresupuestarios y podrían reforzarse mediante la colaboración con instituciones de investigación, desarrollo y extensión de los países miembros.
VII. CONCLUSIÓN
37. Incumbe a la FAO la tarea de colocar a la agricultura orgánica en el lugar que le corresponde dentro de los programas relacionados con la agricultura sostenible y respaldar los esfuerzos de los países miembros para responder a las peticiones de los agricultores y los consumidores en este sector. La agricultora orgánica podría contribuir a los objetivos generales de la sostenibilidad. En primer lugar, puede que los agricultores y elaboradores orgánicos, en sus intentos de cumplir unas normas rigurosas de certificación, descubran tecnologías de producción nuevas e innovadoras que se apliquen también a otros sistemas agrícolas. En segundo lugar, puede que la agricultura orgánica ofrezca oportunidades de mercado a los agricultores y elaboradores que optan por modificar sus prácticas para adecuarse a las exigencias de ciertos consumidores. Por último, la agricultura orgánica fomenta el debate público nacional e internacional sobre la sostenibilidad al crear una conciencia acerca de cuestiones ambientales y sociales que son dignas de atención.
38. En vista de cuanto antecede, es necesario un programa intersectorial de toda la Organización para la agricultura orgánica. Este programa se centraría en el suministro de información y la constitución de foros de debate eficaces en función de los costos sobre la producción y el comercio orgánicos, el apoyo institucional y el asesoramiento sobre políticas a los miembros, el fomento de la investigación, la extensión y el establecimiento de redes, la asistencia técnica para el desarrollo de aptitudes, la elaboración de normas orgánicas y la creación de capacidad de certificación, y proyectos piloto en los que se examinen y promuevan técnicas viables de agricultura orgánica.
39. El programa tendría un núcleo institucional en el que algunas actividades estarían vinculadas al Programa Ordinario y, siempre que fuera posible, se reforzarían con recursos extrapresupuestarios. La FAO, en colaboración con instituciones públicas y privadas, emprendería actividades relacionadas con el programa. El Departamento de Desarrollo Sostenible, por conducto del Servicio del Medio Ambiente y los Recursos Naturales de la Dirección de Investigación, Extensión y Capacitación, seguiría asegurando la coordinación, ejerciendo una función catalizadora y promoviendo las actividades de las direcciones técnicas relacionadas con la agricultura orgánica. Puede que el Comité de Agricultura desee ratificar esta propuesta y ofrecer orientación sobre el modo en que la FAO podría formular mejor un programa coherente sobre la agricultura orgánica que tuviera en cuenta las necesidades y oportunidades de los países miembros.
1Fuente de los datos: Austria: Información sobre el mercado, preparada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), Servicio de Agricultura Extranjera (FAS), noviembre de 1996; Suiza: Actas de la Conferencia sobre perspectivas, USDA, 23 de febrero de 1998.
2Fuente de los datos: Estados Unidos: Registro Federal, vol. 62, nº 241, 16 de diciembre de 1997; Francia: Información sobre el mercado, USDA/FAS, diciembre de 1997; Francia: Información sobre el mercado, USDA/FAS, diciembre de 1997; Japón: Información sobre el mercado, USDA/FAS, septiembre de 1994; Singapur: Información sobre el mercado, USDA/FAS, agosto de 1997.
3No existe una única definición de “sintético”, aunque las diversas listas de insumos permitidos y prohibidos en la producción orgánica elaboradas en diferentes países y por diferentes programas de certificación son bastante coherentes, lo que evidencia un acuerdo implícito respecto de una definición. Las pocas definiciones jurídicas de “sintético” indican una concepción común del término en el comercio orgánico. Por ejemplo en la Columbia Británica (Canadá), la “composición sintética” se define como “un proceso que introduce una modificación química en un material extraído de fuentes naturales, ya sean de origen vegetal, animal o mineral, con excepción de los procesos microbiológicos, mecánicos y térmicos”. Estados Unidos define como sintética toda “sustancia formulada o fabricada mediante un proceso químico o mediante un proceso que introduce una modificación química en una sustancia extraída de fuentes naturales, ya sean de origen vegetal, animal o mineral, con la excepción de que ese término no se aplicará a sustancias creadas por medio de procesos biológicos naturales”.
4La rotación de cultivos es una práctica que consiste en alternar las plantas cultivadas en una determinada parcela de acuerdo con una estructura o secuencia planificada en sucesivos ejercicios agrícolas. Los programas de certificación orgánica exigen una rotación de los cultivos para “fortalecer el suelo” lo que significa que deben estar específicamente concebidos para mejorar de manera constante el laboreo y la fertilidad del suelo reduciendo al mismo tiempo los problemas de lixiviación de nitratos, malas hierbas, plagas y enfermedades. La IFOAM, por ejemplo, recomienda determinadas rotaciones, que comprenden leguminosas, y exige la rotación de los cultivos no perennes “de manera de que se reduzca la presión de los insectos, las malas hierbas, las enfermedades y otras plagas, al tiempo que se mantenga o aumente el suelo, la materia orgánica, la fertilidad, la actividad microbiana y la salud del suelo en general”. En condiciones limitadas de cultivo (por ejemplo hongos, plantas perennes), es posible que la rotación de cultivos no sea pertinente; en tales casos, puede que los programas de certificación exijan otros métodos que contribuyan a la fertilidad del suelo.
5Por natural se entiende habitualmente todo lo que no es sintético.