Experiencia llevada a cabo por el Agricultor: Epifanio Arqueño Ponce
Comunidad de Llanquipampa – Mc. Mancapozo, Piso Quechua, Huánuco
Son barreras de plantas frondosas, fuertes y de rápido crecimiento, que el agricultor instala, cuida y mantiene con el propósito de demarcar los límites de la chacra, proteger los cultivos de huertas, semilleros, pasturas y otros, del daño de animales que deambulan y del robo que pudieran sufrir las cosechas. Los cercos vivos, además son útiles para reducir y/o proteger la influencia negativa del viento, la insolación y heladas; proporcionan también material orgánico al suelo adyacente y abastecen a la familia de material forrajero, leña, palos, fruta, medicina, flores, etc.
Las hileras de los cercos no deben estar dispuestos en cualquier dirección, deben dar frente por donde mayormente viene la corriente de los vientos. En general, es preferible que los cercos estén compuestos por más de una especies de árboles. Para construir un cerco vivo de Aliso (Alnus jorullensis) combinado con un arbusto espinoso como la Uña de gato (Caesalpinia sepiaria) o la rosa, se siguen los siguientes pasos:
La parcela o huerto que va protegerse con un cerco vivo, deberá primero levantar en el contorno un cerco de alambre de púas u otros materiales de la zona para proteger las plantas tiernas de aliso y uña de gato del paso de los animales.
Del vivero retirar en horas de la mañana o la tarde las plantas de aliso y uña de gato. Preparar los hoyos de siembra a la profundidad conveniente y abonarlos con un buen puñado de humus. El aliso distanciarlo de 1.8 – 2.0 m. entre plantas, mientras que 2 plantas de uña de gato deberá colocarse en el espacio libre de los alisos.
Ver dibujo:
Con los cuidados adecuados las plantas crecerán rápidamente. La uña de gato comenzará a trepar por los alambres con nuestra ayuda, el aliso se alzará vigorosamente con el riego frecuente, siempre podando parcialmente las ramas de la base para darle luz a las plantas de uña de gato.
Entre los 12 y 18 meses, cuando el cerco comience a cerrar y la uña de gato se sostenga en el aliso y adquiera firmeza como cerco, se empezará a retirar las primeras filas de alambre de púa. Posteriormente, una vez que ha cerrado el cerco se retirará por completo los alambres. Esta labor es un poco delicada y tiene que hacerse con mucha paciencia.
Esta técnica permite a mediano plazo construir un cerco vivo casi impenetrable, además de proteger la parcela y reducir la evapotranspiración, las plantas mejoran el suelo, las hojas del aliso al podarse sirven como alimento a vacunos, ovinos y burros. El alambre de púas se recupera y se da un nuevo uso.
El 50% del contorno de la parcela de Epifanio Arqueño se encuentra protegido con esta técnica de cerco vivo, las ventajas obtenidas son:
Un cerco vivo de aliso y uña de gato de 18 meses y de 100 m. lineales demanda una inversión S/. 120.
Un cerco de tapial del mismo largo, demanda una inversión 2.5 veces mayor